La serie de Joe el cerdo esta escrita por mí, con el mero propósito de entretener a todo lector que guste de cuentos cortos, sencillos y divertidos. Estos cuentos pueden llegar a ser asquerosos por los escenarios en los que se ven envueltos los personajes principales. Agradezco su tiempo.
Mungo sin vacilar dejo aquél repulsivo flotador y trato de alcanzar la mano de su amigo, pero éste falló, se empezó a hundir. Toda aquella agua contaminada empezo a entrar por aquellas cuencas vacías y profundas a las que denominaba "ojos de ajo". Todo se ponía oscuro para el pequeño y hediondo Mungo, derrepente su madre estaba dándole un beso enfrente de aquella hermosa cascada de vellos púbicos...
Se había terminado el olor inmundo, la oscuridad había cesado, podían sentir como sus cuerpos se purificaban. ¿Acaso esto era casa?...
La manteca que componía a Mungo se deshacía, conforme el sudor recorría sus indeseables mejillas se destruía poco a poco, su corazón de atole...
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