La manteca que componía a Mungo se deshacía, conforme el sudor recorría sus indeseables mejillas se destruía poco a poco, su corazón de atole palpitaba violentamente.
Pink el cerdo
¡Oye, sal, degenerado! No hemos acabado contigo aún. Sabes que es mejor que salgas antes de que las cosas se pongan realmente feas. Te doy una oportunidad y olvidaremos esto ¿Que dices?
El cerdo espero un momento, no se oía ningún ruido, solo el agua profunda y turbia. Phillip y Pink buscaban desesperados sabiendo las consecuencias que tendrían si no lo encontraban.
Pink el cerdo
¡Me estas colmando la paciencia amiguito, más vale que salgas pronto! !Pagarás por esa maldita explosión que provocaste! Has matado a todos mis cerdos ¿que clase de persona eres?. Joder, no puedo creer que solo Phillip haya sobrevivido.
Phillip la nursia
No se preocupe jefesito, ya verá que saldrá pronto esa escoria. ¡Me aseguraré de ello!
Pink el cerdo
!Bah, ya cállate! Me tienes harto, tú y tu cuenca olorosa.
Mungo estaba debajo de ellos exactamente, el gigante coral de alguna forma lo protegía y no permitía que fuera escuchado por los marranos. Solo las gotas de manteca que se deshacían debido al sudor de este, podrían ser percibidas. Aquella luz que iluminaba con poco éxito el mar empezaba a desaparecer, estaba anocheciendo y todos sabemos que en la noche salen los peores demonios que la naturaleza ha engendrado (y no tan naturales si pensamos en Mungo). Repentinamente un objeto que flotaba en el aire le llamó la atención, era tentador con esos ojos tan brillantes, como si estuviera hipnotizado, se dirigió y tomo con sus manos aquél peculiar objeto. Nunca había visto nada parecido antes en su vida. Mungo empezó a ascender y pudo ver a los cerdos que buscaban desesperados en el coral, sintió un alivio legendario al elevarse de esa forma, lejos de los malhechores.
La luz que brillaba en el techo cada vez se hacía más intensa, y a la vez lo desintegraba. Estaba sufriendo pero lo disfrutaba, se dio cuenta de que era masoquista. Los ojos se le estaban deshaciendo por la velocidad, poco a poco toda la vista se puso en blanco y escucho un pitido en sus grasosos oídos. La manteca empezó a resbalar por sus mejillas indeseables.
Mungo
Sí, este es mi final, moriré. Adelante, quiero ver lo que hay después de la muerte.
Cuando finalmente se dio por vencido, se escuchó una transmisión interior que provenía del cuerpo de Mungo. Confundido, Mungo creyó que había muerto y esta era la bienvenida que le esperaba.
Transmisión Extraña:
Este es General Macarro a Mungo
Lo has logrado, Amigo.
Espero que seas feliz, y no olvides que siempre estaré a tu lado.
Este es Mungo a General Macarro;
¿Donde estás querido Macarro?
Te he extrañado y no se ni como encontrarte.
Este es General Macarro a Mungo;
Tengo un poco de temor, esta todo oscuro y no se a donde ir.
Al menos puedo escuchar tu voz.
Este es Mungo a General Macarro;
No temas, nos encontraremos.
No se que esta pasando, creo que estoy muriendo.
Este es General Macarro a Mungo;
Siento como la oscuridad se apodera
El mar se ve muy diferente desde aquí
No hay nada que hacer...
Este es Mungo a General Macarro;
Se esta cortando la transmisión
No te puedo escuchar
Este es General Macarro a Mungo;
Estoy a más de un millón de millas, me siento atemorizado
Todo esta solo, todo esta solo
Te amo Mungo, lo debes saber
Este es Mungo a General Macarro;
Algo salió mal, no puedo oír nada
¿Me escuchas General Macarro?
¿Me escuchas General Macarro?
¿Me escuchas General Macarro?
Esto es un tributo a la canción "Space Oddity" del Álbum: Space Oddity, y todos los derechos le pertenecen a David Bowie.