Timendi causa est cescire. "La ignorancia es la causa del miedo", Séneca.


miércoles, 17 de junio de 2015

Un lado empático; por aquellos que dan la vida por nosotros.

AVISO:
Se recomienda discreción.

Albert Einstein

"Nada beneficiará la salud humana y aumentar las posibilidades de supervivencia de la vida en la tierra tanto como la evolución hacia una dieta vegetariana".

(En esta publicación no incluiré las dietas precisas que llevo, meramente mi opinión personal)

Recientemente acudí a un evento social, algo que no tengo por costumbre. Siendo escueto; acudí a la reunión y surgieron varios temas de conversación interesantes. Aquí comienza la causa de esta entrada a mi blog, un tema que he estado viviendo personalmente; El Veganismo. Llevo poco tiempo tratando de seguir esta tendencia, siendo más conciso Ovolactovegetariano. Es evidente saber que no evitaré que se sigan asesinando en masas a nuestros acompañantes en el planeta tierra haciéndome un hombre come vegetales pero si contribuiría a la sociedad para hacer conciencia con mi debido testimonio (eso espero). 
Puesto que desde siempre he sido carnívoro, los seres que me rodean no están interesados, para ser verdad nunca habían tomado el no comer carne. A través del tiempo poco a poco me fui simpatizando, a pesar de que puedo llegar a ser algo inexpugnable al no dejarme influenciar por largos y crudos documentales en defensa de la vida animal o discursos veganos. Visualizando algunas películas he visto gran cantidad de escenas donde el animal es maltratado reflejando una oscura realidad, hasta que me tope con una película donde asesinatos se cometieron realmente, a pesar de que no causaron ninguna polémica para mi no podía comprender porque injustamente les arrebataron la vida a esos animales.

Cannibal Holocaust. Dir. Ruggero Deodato, 1980.
Gummo. Dir. Harmony Korine, 1997.

Soy consciente de los mataderos (he tenido la oportunidad de ir a 2) y de todas formas yo no veía razones para no seguir comiendo carne, tal vez solo no tenía empatía o realmente disfrutaba de la carne, ¿y quién no?.
Muchos no se resisten a una deliciosa hamburguesa de las distintas empresas de comida rápida que existen, o a una carne asada con los seres queridos. O simplemente una comida elegante en un sitio privilegiado con el mejor corte bañado en salsa. Si sos de gustos del mar, sería un deleite probar unos mejillones a la crema, cóctel de camarón o una fabulosa crema de pasta con poblanos y camarones.


 Todo esto resulta difícil de expulsar de nuestra vida alimenticia y diaria tal vez. Es muy comprendido por muchos esta compleja situación de decisión, pero todo es posible si uno lo desea. No obstante tengo que admitir que si fue dificultoso para mi sobrellevar este ritmo de vida, tuve que comer cereales, trigo, demasiadas frutas y verduras porque el hambre me pesaba a niveles colosales. Fui adquiriendo beneficios en muchos aspectos físicos e inmunológicos. Y aquí en mi ciudad empecé a asistir a muchos restaurantes vegetarianos con el fin de adquirir consejos y dietas, pregunte a conocidos míos que siguen estas tendencias para saber como llevar confortablemente esta forma de vida. Al final opté por no excluir huevos y lácteos por el momento. 

Cabe mencionar desde que era un infante contribuía al asesinato de animales para cocinar en mi antigua vivienda, lo veía normal. Recordando esas imágenes me alegra no haber comprendido del todo que estaba pasando en ese momento, es decir; le estábamos quitando la vida a un ser.


Muchas personas crítican a los individuos que defienden y practican esta tendencia al indicar que las proteínas necesarias se encuentran en la carne de estos seres vivos. Es en cierto aspecto real pero no absolutamente, porque de la misma manera también se puede tener un ritmo de vida efectivo sin consumir carne. Incluso podría ser perjudicial comer carne y pollo regularmente para la salud, debidos factores que se utilizan para el apresurado crecimiento que se usan en estos animales.
 
Anécdota
 
Pero un día me encontre con Bill. Y crean cuando os digo que yo lo veía simplemente como un pedazo de carne viviente que debería ser asesinado puesto que poseía esa mentalidad cerrada de siempre. Lentamente estaba analizando que él era tan inteligente como un perro, inclusive más que un sabueso. Podía sentir que el me comprendía, me escuchaba. Él y yo pasábamos extensas tardes amenas mirando hacía el horizonte donde nos perdíamos en esa extraña penumbra de la oscuridad una vez que se hacía tarde. 

Estuvimos 6 meses gozando de nuestra amistad hasta que un día, un horrible día veníamos de regreso, no sabría decir que fecha era pero sabía que algo estaba mal y corríamos peligro. Los vecinos de aquel ejido salieron de los matorrales y me incapacitaron para no evitar su asqueroso, repugnante deseo. Bill intento defenderme más yo le dije que saliera corriendo pero el me ignoró, sabía que era muy tarde ya puesto que se acerco un vecino conocido y me dijo; Lo siento, Robert. Al saber lo que iba a hacer, le grite muchas veces a Jorge (el vecino) que se detuviera pero no me tomo en cuenta. Bill con su mirada inocente observaba al vecino sin atacarlo puesto que era amigo nuestro, el hacha de aquel granjero fue insertada violentamente en su pescuezo, la sangre brotó. Recuerdo nítidamente que yo estaba de rodillas, Bill me miraba sonriente derrumbado en la tierra tratándome de decir que todo estaría bien, el hacha fue insertada una vez más cercenando su cabeza inmediatamente. 

Yo caí destrozado por la muerte de mi amigo, quedándome inconsciente en aquel lodazal mezclado de sangre y trigo. Jamás olvido ese día, fue inhumano, para mi fue un homicidio pero se que la muerte de Bill no fue en vano, se lo comieron en Navidad.

Bill fue un cerdo que encontré, se había escapado de un matadero y lo estuvieron siguiendo varios meses hasta que lo encontraron conmigo. Probablemente sabían que no dejaría que me arrebataran a Bill (por eso me inmovilizaron entre 2 personas), lo siguieron celosamente puesto que no había mucho ganado en esos tiempos, no podían dejar que se les fuera el dinero de las manos (más en esas fechas).

Bill se fue pero sembró en mi la semilla de la conciencia y el amor, me hizo saber que él es como yo, capaz de sentir y conocer el valor, el significado de una amistad. Con sentimiento, lealtad y aprecio, aquél cerdo fue un gran ser viviente mucho mejor que muchos seres humanos que conocí y conozco. Sé qué donde quiera que este, él esta feliz tanto como yo. Sé qué haberlo encontrado ese día en el río no fue simplemente coincidencia, me cambio la vida. 

 Tengo la esperanza de que reflexione un poco, y haga conciencia; ¿Porque ellos merecen morir? En este momento hay muchos cerdos (no solo puercos sino una gran variedad de animales) con las mismas capacidades que Bill tenía, que están siendo asesinados en este momento privados de la vida solo porque son animales. No deseo que cambies de un día para otro, solo que lo intentes y lo consideres. 



Gracias por prestar atención a mi historia y testimonio relacionado con esta reflexión; Un lado empático; por aquellos que dan la vida por nosotros. 
Mi querido y apreciado lector. Pronto tendré otras reflexiones si es que son de su interés, espero que comparta conmigo algún comentario o sugerencia siempre serán bienvenidos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario