Niñez infernal, un sueño malnacido.
Los fantasmas o almas deambulantes son tema de conversación constante al menos en mis vínculos sociales. Desde que tengo conciencia he sido escéptico porque pienso que hay una explicación lógica para muchos de estos sucesos inexplicables. Aunque admito que hay cosas que aún no comprendemos, el 80% de mis sueños son nada, es decir, no tengo ninguna imagen o escena en mis lapsos nocturnos. Pero claro ya antes he sentido caerme desde un alto edificio y sentir ese brinco en medio de la noche cuando tocas el piso en tu somnolencia (que como sabrán puede ser que estuviste cerca de tener un paro cardíaco, que tu cuerpo no se ha acostumbrado a la posición horizontal y crea este efecto obligando al cuerpo a despertarse repentinamente, o bien puede ser en la situación psicológica; ya sea estrés u otro factor similar).
Pocas veces he tenido el sueño del vacío, tengo que admitir que es horrible la sensación. Y lo que me llevo a incluir esta entrada en mi blog fue un recuerdo que tuve gracias a una charla entre colegas que tuvimos cerca de las 3 de la madrugada, esa noche parecía mas una reunión profunda y escabrosa que convivencia entre conocidos. Cada uno aportó un factor que nos helaba la piel cada vez más, pero siempre tengo mi lógica o al menos algo que trate de explicar todo. Desgraciadamente soy un poco conocido por mi escepticismo en algunos casos, siempre trato de encontrarle una explicación a todo, no obstante esa noche me acorde de mis horribles y obscuras noches de mi niñez. Yo podría asegurar que soñaba con los peores demonios del averno, y estos mismos no me dejaban salir, siendo más explicativo, en aquel lapso yo veía que escapaba del sueño pero me arrastraban al infierno aunque tratase de aferrarme a cualquier cosa, eran sueños inenarrables, realmente crueles, inhumano en su esplendor era el sufrimiento al que me sometía al quedarme dormido. Era un niño, tenía muchísimo miedo cuando el sol se metía por el horizonte. Sabía que la penumbra de la noche me consumiría sin clemencia, no había escapatoria incluso llorando le pedía a los ángeles que no me dejasen en las llamas del dolor, de la pérdida total de aquellas sonrisas descarnadas que se formaban en mi cama, sabiendo que mis lágrimas saciarían su apetito voraz por mí. Ya era su juguete, y estos me iban a destrozar por completo una vez que se aburrieran de mi, sabía que me pasaría algo malo si dejaba las cosas al límite. La única forma con la que termine con esos capítulos de miseria fue moviendo mi cama del lugar donde estaba, aunque no me había percatado de algo aún.
Y ese algo me lleva a tratar de explicar porque me sucedieron todas esas noches horrendas, resulta que en la reunión uno de mis compañeros dijo; parte de la energía del espíritu se queda almacenada dentro de los zapatos de sus dueños, los ecos. Eso me resulto interesante puesto que pude recordar nítidamente que tenía cercas de 18 pares de zapatos debajo de mi cama, la mitad de ellos no se de quién eran puesto que nos acababamos de mudar a aquella morada. No supe donde acomodar todo ese calzado así que lo coloque debajo de mi lecho, la peor acción de toda mi vida. Una vez que moví mi cama, las pesadillas cesaron no obstante dejaron secuelas severas en mi.
Y ese algo me lleva a tratar de explicar porque me sucedieron todas esas noches horrendas, resulta que en la reunión uno de mis compañeros dijo; parte de la energía del espíritu se queda almacenada dentro de los zapatos de sus dueños, los ecos. Eso me resulto interesante puesto que pude recordar nítidamente que tenía cercas de 18 pares de zapatos debajo de mi cama, la mitad de ellos no se de quién eran puesto que nos acababamos de mudar a aquella morada. No supe donde acomodar todo ese calzado así que lo coloque debajo de mi lecho, la peor acción de toda mi vida. Una vez que moví mi cama, las pesadillas cesaron no obstante dejaron secuelas severas en mi.
Así que, probablemente la energía afecte nuestro subconciente de alguna forma modificando los productos en base a la imaginación de cada uno, las peores imágenes y el infierno propio se encuentra almacenado dentro de nosotros muy bien cerrado, es lo que yo pienso. Y aquellos desdichados que encuentran la llave jamás querrán siquiera pensar en esa abominable habitación.
Era algo de lo que quería escribir en este nublado día, creo que el gran ventanal que me permite visualizar toda el entorno con este día "sin sol" es un complemento necesario para este agrío recuerdo. Una vez más agradezco sus visitas y consideración por prestarme algo de su tiempo, pronto estaré publicando algunas entradas que tienen que ver con algunos films que han sido emocionantes e interesantes personalmente, aunque también algunas opiniones de un autor que me fascina; Friedrich nietzsche y la gota que derramo el vaso en su situación. Entre algunas otros temas que espero le resulten de su agrado.